El ajuste, que afecta a los 12 equipamientos que abrían los sábados y domingos de julio y agosto, permitirá ahorrar solo 60.000 euros.
Tras los recortes en los servicios de limpieza y transporte urbano, el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido meter la tijera en los centros de mayores. Con el objetivo de ahorrar solo 60.000 euros, un 2,7% del presupuesto de la Concejalía del Mayor, el gobierno del PSOE cerrará los fines de semana de los meses de julio y agosto los doce centros de la tercera edad que hasta ahora abrían sus puertas todos los días del verano. Entre semana, funcionarán con normalidad.
En total, en Zaragoza hay 31 centros de mayores, 20 en los distritos y otros 11 en los barrios rurales. Hasta ahora, todos cerraban los fines de semana de julio y agosto, salvo 12, entre ellos algunos de los más concurridos de la ciudad. Los centros afectados son los de Casetas, Pedro Laín Entralgo, La Jota, La Paz, Rey Fernando, Peñaflor, Ciudad Jardín, Oliver, Salvador Allende, San José, Santa Isabel y Francisco de Goya.
La decisión fue comunicada oficialmente a los centros hace unos días y no ha sido bien recibida por algunos de los usuarios que acuden normalmente a estos equipamientos. En verano, no podían disfrutar de ninguna actividad, ya que se suspendían, pero sí que frecuentaban los salones y la cafetería, a menudo para pasar la tarde o la mañana y jugar a las cartas. El horario va de 10.00 a 13.30 y de 14.30 a 20.00, si bien en cinco de ellos (Almozara, Casco Histórico, Pedro Laín Entralgo, La Jota y Rey Fernando) hay también comedor (de 13.30 a 14.30), del que pueden disfrutar los socios.
«La mayoría se van al pueblo»
Desde el Ayuntamiento se aclara que el cierre está justificado en que la afluencia, sobre todo en agosto, desciende mucho (hay alrededor de un 50% menos de usuarios los fines de semana). La concejal del Mayor, Isabel López, explicó que la medida se ha consultado con los presidentes de las juntas de los centros y destacó que «aunque siempre hay alguno que se queja, todo el mundo lo ha entendido». «A mitad de julio y en agosto la afluencia es mínima», destacó. En este sentido, afirmó que «la mayoría se van al pueblo» y que el único problema es para los que suelen echar la partida en los centros de convivencia, para los que afirmó que existe la alternativa de acudir a un bar.
Por otro lado, se informa de que se ha intentado homogeneizar el protocolo en todos los equipamientos, ya que hasta ahora algunos cerraban los fines de semana de verano y otros no. «Es necesario unificar, porque en los centros que ya cerraban no suponía ningún problema», destacó.
Reconocen que el ahorro económico es otro de los motivos. En concreto, se podrá prescindir los fines de semana del sueldo de quien abra y cierre las instalaciones, además de los servicios de cafetería. Explicó que si se pone en relación con el presupuesto general del Ayuntamiento, la cantidad que se ahorra no es de gran importancia. «Pero para nosotros, más de 60.000 euros suponen mucho», declaró López.
La responsable municipal subrayó que si hay fiestas en los barrios o hay algún otro acontecimiento especial, los interesados en utilizar el centro puede dirigirse al Ayuntamiento para solicitar su apertura. «Si en algún barrio se hace una fiesta, se comunicará y se abrirá», destacó.
La edil señaló que el Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con la concesionaria, ya que los servicios de cafetería y el control en fin de semana están externalizados. En este sentido, la decisión del recorte se toma pese a que se adjudicó el contrato el pasado 19 de mayo por 2,9 millones para un plazo de dos años.
En estos equipamientos hay servicios permanentes destinados a favorecer un lugar de estancia y encuentro de los mayores como salas y zonas de estar, cafetería, sala de televisión, biblioteca, prensa diaria y juegos de mesa. Además, a menudo, se organizan exposiciones para difundir las obras artísticas de los mayores.
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