La capital aragonesa tiene instalados en sus calles contenedores para recoger ropa usada y algunos padres emplean a sus hijos para sustraer las prendas. La ONG Cry for Help tiene varios depósitos distribuidos en diferentes puntos de Zaragoza y, según afirmaron, "cuando los adultos no pueden llegar a la bolsa, optan por introducir a los hijos para que ellos les pasen las prendas", una alternativa de hurto que calificaron como "bastante peligrosa".
Además del riesgo que supone que los pequeños entren en el contenedor, resaltaron el hecho de que "sean los propios padres los que ayudan a los niños a entrar, sin importar los pronlemas que puedan surgir por esta acción". La oenegé alertó del peligro que supone esta práctica por la que precisamente ayer perdió la vida un hombre en Valencia. El joven de 24 años quedó atrapado en un contenedor de recogida de ropa usada, de donde estaba sacando las prendas.
Los inconvenientes por esta práctica no solo los sufren en Zaragoza. La ONG tiene más contenedores en otros puntos de Aragón. En localidades como Fraga o Barbastro "fue necesario quitar los depósitos porque había niños dentro todos los días y la situación no podía seguir así".
Esta opción más agresiva con el mobiliario es la que toman cuando ven que no pueden forzar la cerradura. De todos modos, se trata de un elemento que la oenegé se ha visto obligada en cambiar muchas veces "porque también la estropean".
Desde la organización manifestaron su pesar por la muerte del joven de Valencia La oenegé afirmó que el sistema de apertura y cierre de sus depósitos no es muy complejo, por lo que desearon que "ojalá nunca suceda algo así en Zaragoza o en cualquier otro lugar".
La oenegé Cry for Help tiene contenedores instalados en los cuatro puntos limpios de la capital aragonesa, otro en el barrio de Santa Isabel y uno más en la gasolinera situada en Valle de Broto. Las prendas, una vez recogidas y clasificadas, se envían a los más necesitados de diferentes países de África Central. La ropa que sobre se venderá a una empresa de reciclaje. Los beneficios se utilizarán en el traslado del material a estos lugares africanos y en la compra de medicinas para los niños.Los inconvenientes por esta práctica no solo los sufren en Zaragoza. La ONG tiene más contenedores en otros puntos de Aragón. En localidades como Fraga o Barbastro "fue necesario quitar los depósitos porque había niños dentro todos los días y la situación no podía seguir así".
Esta opción más agresiva con el mobiliario es la que toman cuando ven que no pueden forzar la cerradura. De todos modos, se trata de un elemento que la oenegé se ha visto obligada en cambiar muchas veces "porque también la estropean".
Desde la organización manifestaron su pesar por la muerte del joven de Valencia La oenegé afirmó que el sistema de apertura y cierre de sus depósitos no es muy complejo, por lo que desearon que "ojalá nunca suceda algo así en Zaragoza o en cualquier otro lugar".
Es desolador ver cómo la necesidad lleva a extremos inaceptables. Es crucial brindar apoyo y oportunidades a los jóvenes para evitar que caigan en situaciones desesperadas y peligrosas.
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