Sufrida victoria con un arbitraje muy polémico

Con más apuros de los previstos, el líder sacó adelante un partido correcto que sólo el árbitro se empeñó en estropear en los últimos minutos del envite, encendiendo a las dos aficiones con la señalización de dos inexistentes penaltis, uno en cada área.

En el periodo inicial, el Santa Isabel tuvo más opciones de anotar que el Tamarite, con pocas ideas en ataque, pero el gol tardó más de media hora en llegar: Pulido vio a Mínguez desmarcado en la frontal del área, se la dio y éste lo agradeció con un buen gol. Aranda pudo amplíar la cuenta, pero su lanzamiento se fue lamiendo la madera. Una renta de dos goles al descanso hubiera sido lo más lógico visto según lo presenciado. El conjunto visitante no se asomó con mucho peligro en el área oponente en toda la primera mitad, marchándose al vestuario con un resultado no muy desfavorable.

En la reanudación, el juego fue un poco insulso por parte de los dos equipos, con aburrimiento en la grada. Este tedio fue roto bruscamente y transformado en enfado general por el colegiado, que primero se inventó una pena máxima que dio el empate a los visitantes, errando de nuevo minutos más tarde al señalar el penalti que le devolvió la ventaja al Santa Isabel. www.elperiodicodearagon.com.