La posible apertura del silo de Santa Isabel

Desde los años 60, Santa Isabel dispone de un silo de almacenaje de cereal. Se trata de uno de los 663 que se construyeron en España y que pasaron a formar parte de la Red Básica de Almacenamiento. La incorporación de nuestro país a la Unión Europea dio lugar a la finalización del monopolio triguero, suponiendo un cambio profundo en la utilización de este tipo de instalaciones. Hoy día el silo tiene un uso residual como almacén y es propiedad del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria), que lo cedió al Gobierno de Aragón. La Junta de Distrito trabaja para abrirlo a los ciudadanos. 

¿Por qué es tan importante para los vecinos de Santa Isabel la apertura del silo? --Es una infraestructura industrial que se encuentra en un perfecto estado de conservación y está situado en el centro del casco urbano. Con las necesidades de infraestructuras de uso social y productivo que tenemos y demandan nuestros colectivos y vecinos creemos que es una obligación recuperarlo y ponerlo en valor. Son más de 3.500 metros con más de 1.500 construidos en distintas naves. Supondrá dotar al distrito de equipamientos con un criterio de racionalidad y sin gasto. 

¿Qué se está haciendo para que sea posible dicha cesión? 

--El 7 de marzo, el pleno de la Junta de Distrito aprobó por unanimidad la solicitud de la cesión de uso del silo. Quince días después lo propusimos al pleno del Ayuntamiento de Zaragoza que también lo aprobó. Ya el 3 de julio, los colectivos de Santa Isabel pudieron visitar su interior en una jornada muy interesante donde salieron algunas propuestas. El FEGA y la DGA, a través de la Consejería de Agricultura, nos están dando todo tipo de facilidades. Hemos solicitado una jornada de puertas abiertas para el 21 de septiembre para que todos los vecinos puedan visitarlo y propongan soluciones de uso. 

Entonces apuestan por abrir un proceso de participación. 

--Sí, ese es el objetivo, con la participación y responsabilidad de todos los vecinos. Necesitamos que asociaciones, empresas, colectivos, ciudadanos, profesionales y emprendedores nos ayuden. La junta pondrá a disposición de todos unas instalaciones y esperamos recibir propuestas acompañadas de un estudio económico sostenible. 

¿Cuánto le costaría al Ayuntamiento de Zaragoza? 

--Nada. No debe costarle ni un euro. Son instalaciones que el Gobierno de Aragón mantiene en buen estado y nosotros debemos ser capaces de ponerlas en valor. Este equipamiento debe ser eficaz para la vida social del barrio, a la vez que un motor de empleo. 

Desde que preside la junta, este proyecto se ha convertido en un reto personal. ¿Ve posible que salga adelante? 

--Desde el principio tengo el apoyo de toda la junta y los vecinos. He recibido propuestas y ayuda, y estoy convencido de que es posible. Me duele cada vez que veo unas instalaciones desaprovechadas. Tenemos recursos para salir de esta crisis y cada uno tiene que asumir su responsabilidad. Creo que vivimos un momento para crear, sumar y luchar todos juntos.